Me gustaría hacer la siguiente entrada de blog para deshacerme
de tanta frustración que he acumulado desde mi cuatrimestre pasado. Agonía que
he juntado gracias a varias cosas que pasan en la vida diaria de un estudiante foráneo,
pero más que nada gracias a las acciones de sus compañeros de clase.
Muchas personas (incluyendo familia, amigos y conocidos)
sabían que uno de mis hobbies favoritos era el dibujo, pero muy pocos sabían que
mi gran pasión era la animación. Una carrera que me fue negada por varias
razones durante pocos años. Ahora que finalmente estoy “en el camino correcto”
me siento muy feliz de poder hacer cosas ligadas a mi pasión y realmente pensé que
eso bastaría para hacerme feliz, pero me di cuenta de que no es así.
Si bien ya se le he comentado a varios de mis compañeros a
los que considero amigos, me parece absurda y ridícula la idea de que no
quieran practicar su dibujo, o que no tengan ningún interés por series o películas
animadas. Si bien ya pensaba que le simple hecho de entrar en una carrera de
este tipo sin siquiera haber tocado un lápiz anteriormente, el hecho de que les
dé pereza aprender los programas o practicar su dibujo me parece estúpida.
No conformes con esto, algunos incluso aprovecharon esta
oportunidad para conseguir la laptop cara que siempre han querido, la cámara canon
que toma “fotos chidas” y la tableta cuyo uso solo será de una semana por
cuatrimestre. Cosas que son necesarias SÍ les das el uso correcto. No se sí sea
cuestión de esta generación o si simplemente fue mala suerte, pero realmente
varios de mis compañeros necesitan un amargo trago de la realidad para que se
den cuenta del verdadero valor de las cosas, y de que estar en esta escuela y
dedicarse a esta profesión no es tan fácil como ellos creían.